Son muchas las ocasiones en la vida en la que debemos comunicarnos con alguien de una forma un poco más formal y trascendente de lo habitual, es decir, por ejemplo en aquellos casos donde existe controversia, problemática o cuestiones por resolver no es buena solución dejarlo todo en manos de una agradable conversación y un cálido apretón de manos, y resulta adecuado tomar medidas y precauciones al respecto.
Tenemos un piso alquilado y el inquilino no nos paga, tenemos un cliente y nos adeuda una factura o bien por ejemplo el vecino de arriba nos causa unos daños que no nos quiere arreglar o resarcir, ¿cómo debemos comunicarnos en estos casos? (del mismo modo que en cualquier otro por el estilo, pues esto tan sólo son tres meros ejemplos).
La respuesta a lo que se expresaba al párrafo anterior es clara: debemos comunicarnos de la forma que quede constancia que lo hemos hecho. Y no tan sólo que lo hemos hecho, sino que quede constancia a quien lo hemos hecho, cuando lo hemos hecho, como lo hemos hecho, y que le hemos comunicado.
La forma de comunicación fehaciente por excelencia es el Burofax, pero en la actualidad existen otro tipo de soluciones que también son plenamente válidas, aunque igual resulten aún gran desconocidas por el gran público. Así, correos electrónicos certificados, o mensajes de texto al móvil certificados pueden tener la misma carga de prueba que el Burofax u otros medios, pero debemos saberlos utilizar, y utilizarlos adecuadamente.
Dicho todo ello, tan sólo dar un detalle más: atención con los medios que utilizamos, pues una cosa es que lo enviemos y otra cosa es que podamos demostrarlo con todas las garantías y preceptos que la ley establece que lo hemos enviado. Así, por ejemplo si hemos enviado un SMS por muy certificado que sea, pero antes no hemos adquirido ese número al que lo hemos enviado de forma regular, puede írsenos toda nuestra estrategia de comunicación al traste. abogados divorcios madrid.