Amantes del agua, de surcar cada gran ola de un lado al otro con una buena tabla de surf, ¿por qué no acudir a uno de los destinos que suben la adrenalina al máximo a la hora de surfear? Existen muchos destinos en el mundo que logran causar sensaciones y emociones únicas en los surfistas, pero hay cinco destinos, cinco playas que se han convertido en leyendas para los amantes del surf que desean divertirse en cualquier época del año, destinos donde practicar surf es adrenalina pura, destinos a los que no puedes dejar de acudir si eres un apasionado del surf.
La playa Waimea, en la preciosa isla de Oahu en Hawaii, es una hermosa playa localizada en una bahía en la boca del río Waimea, más concretamente en la zona norte de la isla. La mejor época en la que acudir a conquistar sus gigantescas olas es desde noviembre hasta marzo o abril. Es una playa mítica para los surferos de todo el mundo.
Si pones rumbo hasta la mismísima Indonesia, a la costa sur de la isla de Nias, podrás disfrutar de una larga lista de bahías de gran belleza, siendo la que mayor interés despierta en los surfistas del mundo la bahía de Lagundri, debido a las características que poseen sus fondos. Entre los meses de marzo a octubre la isla de Nias brinda a sus visitantes un auténtico desfile de impresionantes olas que incluso pueden llegar a sobrepasar los cinco metros de altitud. Un espectáculo sorprendente que merece la pena conquistar desde tu tabla de surf.
Con unas olas que nacen dos kilómetros mar adentro, siendo las olas más grandes de todo el mundo, desde el cabo de Puerto de Malabrigo o bien Puerto de Chicama de Perú gozarás de unas olas que logran barrer todo a su paso. Las olas llegan a ser tan largas que raro es el surfista que logra recorrerlas en toda su extensión. Pueden alcanzar hasta los cuatro metros de altitud.
Las míticas olas de Maverick, en California, así como Jeffreys Bay, en Sudáfrica, garantizan olas de gran potencia, olas con gran energía, que descargan todas sus fuerzas, toda la potencia que trae el agua acumulada. Decir que en Maverick más de un surfista ha dejado la vida debido a la gran potencia y fuerza con la que azotan sus olas, de modo que hay que ser precavido. No se tratan de olas que cualquier persona pueda dominar.