El avance de la tecnología se ha convertido en un aliado en todas las áreas de nuestra vida cotidiana, con el propósito de agilizarnos el cumplimiento de diversas tareas. Así sucede con la solicitud de créditos online rápidos, que te evitan la penosa obligación de acudir a una oficina financiera para tramitar un préstamo, ya que a través de la web puedes optar por un crédito personal y recibirlo en menos de 24 horas.
Los créditos que se obtienen vía online no representan sumas demasiado altas, debido a la gran demanda en el servicio y el riesgo que podría acarrear la empresa prestamista en caso de impago o el retraso en la devolución del dinero. Existen páginas web que ofrecen productos financieros que van desde los 100 hasta los 600 euros, cifra a la que debe sumarse una comisión del 35%. Nada mal para tratarse de un préstamo inmediato.
El interesado en estos productos crediticios debe registrarse en la página web y suministrar sus datos, aceptar las políticas que establece el prestamista, entre las que destaca la devolución del dinero en un plazo determinado en número de días. En caso de que el prestatario decida solicitar prórroga para cumplir con el pago, debe comprometerse a pagar los costes administrativos que ésta implica.
Si surge alguna dificultad y la persona que recibió el préstamo no está en capacidad de devolverlo en la fecha establecida y no notifica la necesidad de una prórroga, esta situación será considerada como impago, por lo que será atendida por un departamento especial que se encargará de garantizar el cumplimiento del contrato que debió firmar el prestatario antes de recibir el dinero.
Aunque se trata de la alternativa más fácil de obtener dinero para costear cualquier eventualidad, las consecuencias de no acatar las condiciones para devolver el préstamo deben ser acatadas con fidelidad, para evitar problemas con los que probablemente usted pierda la oportunidad de solicitar créditos en otras entidades financieras.